El agua es un recurso vital para la vida humana, el desarrollo económico y la estabilidad ambiental. Sin embargo, en Colombia —un país históricamente reconocido por su riqueza hídrica— hoy se enfrentan crecientes desafíos relacionados con la disponibilidad y gestión del agua. Uno de los problemas más alarmantes es el estrés hídrico, una situación que se produce cuando la demanda de agua excede la cantidad disponible o cuando la calidad del agua impide su uso.
Este artículo explora en profundidad qué es el estrés hídrico, cómo afecta a Colombia, cuáles son sus principales causas y consecuencias, y qué acciones pueden tomarse desde distintos sectores para mitigar este fenómeno y garantizar el acceso sostenible al agua para las generaciones presentes y futuras.
¿Qué es el estrés hídrico?
El estrés hídrico se refiere a una condición en la que la disponibilidad de agua dulce es insuficiente para satisfacer las demandas de una región o población. No solo tiene que ver con la cantidad, sino también con la calidad del agua disponible para consumo humano, agricultura, industria, y ecosistemas naturales.
Según Naciones Unidas, un país se considera en situación de estrés hídrico cuando dispone de menos de 1.700 m³ de agua por habitante al año. Cuando esa cifra cae por debajo de los 1.000 m³, se habla de escasez hídrica severa.
Este problema se agrava cuando el uso excesivo de fuentes de agua no se compensa con una gestión eficiente ni con procesos de renovación natural o artificial.
Colombia: ¿un país con abundancia de agua en riesgo?
Colombia ha sido tradicionalmente vista como una de las naciones más privilegiadas en cuanto a disponibilidad de agua. De hecho, se encuentra entre los países con mayor cantidad de agua dulce por habitante. No obstante, esta abundancia es desigual en su distribución geográfica y no garantiza el acceso sostenible para todos sus habitantes.
Según el IDEAM, aunque Colombia cuenta con más de 2.000 kilómetros cúbicos de agua dulce renovable al año, el 70% de la población se concentra en áreas donde solo se encuentra el 30% de los recursos hídricos, como las regiones Andina y Caribe. Esto genera desequilibrios hídricos regionales y presiona los sistemas de abastecimiento en zonas densamente pobladas o industrializadas.
Además, el cambio climático, la deforestación, la contaminación de fuentes hídricas y la falta de infraestructura adecuada agravan el problema.
Causas del estrés hídrico en Colombia
Las razones detrás del estrés hídrico en Colombia son múltiples y muchas de ellas están interconectadas:
1. Distribución desigual de los recursos hídricos
La mayoría de los ríos y fuentes hídricas se encuentran en zonas de baja densidad poblacional (como la Amazonía y el Chocó), mientras que las zonas más pobladas, como Bogotá, Medellín y Cali, enfrentan presión sobre sus fuentes de agua.
2. Crecimiento urbano desordenado
El aumento de la población urbana ha generado una alta demanda de agua potable, sin que las infraestructuras de captación, tratamiento y distribución crezcan al mismo ritmo.
3. Actividades agrícolas e industriales intensivas
La agricultura es el sector que más agua consume en Colombia. Muchos cultivos hacen un uso ineficiente del agua, además de generar contaminación por fertilizantes y pesticidas que deterioran la calidad del recurso.
Por su parte, industrias como la minería, la petroquímica y la manufactura también impactan significativamente las fuentes hídricas.
4. Contaminación de ríos y acuíferos
Los vertimientos domésticos, industriales y agrícolas sin tratamiento adecuado deterioran la calidad del agua, haciéndola no apta para consumo o uso productivo.
5. Cambio climático
Eventos extremos como sequías prolongadas, aumento de temperaturas y variabilidad en los regímenes de lluvias están reduciendo la disponibilidad de agua en regiones tradicionalmente húmedas.
Consecuencias del estrés hídrico
El estrés hídrico no es solo una amenaza ambiental, sino un problema social, económico y de salud pública. Entre sus principales consecuencias se encuentran:
- Disminución en la disponibilidad de agua potable, afectando especialmente a comunidades rurales y vulnerables.
- Aumento de conflictos por el uso del agua, entre sectores agrícolas, industriales y domésticos.
- Pérdidas en la producción agrícola debido a la escasez o irregularidad en el riego.
- Impacto en la salud pública por consumo de agua contaminada o escasa.
- Degradación de ecosistemas acuáticos y pérdida de biodiversidad.
- Migraciones climáticas desde regiones con alta escasez hídrica hacia otras con mejores condiciones.
Colombia frente al estrés hídrico: datos y alertas
Un informe del PNUD advierte que alrededor del 25% del territorio colombiano ya enfrenta algún grado de estrés hídrico, especialmente en regiones como La Guajira, Valle del Cauca, Córdoba y los Llanos Orientales.
Asimismo, se estima que para el año 2040, algunas zonas del país podrían estar clasificadas en estrés hídrico “extremo” si no se adoptan medidas urgentes.
Según estudios del World Resources Institute, Colombia está entre los países que podrían experimentar un aumento significativo en la presión sobre sus fuentes hídricas debido al crecimiento económico, el cambio climático y la urbanización.
Proyección de estrés hídrico en Colombia.
De acuerdo con lo anterior, en agosto de 2023, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) por sus siglas en inglés, actualizó los indicadores globales de riesgo hídrico relevantes para la toma de decisiones en su aplicativo Aqueduct™️ 4.0., en el cual se actualizó la línea base para el año 2023 y se hicieron proyecciones para los años 2030, 2050 y 2080 de acuerdo con escenarios: positivo, negativo y regular.
Haciendo uso de esta herramienta, es posible obtener las siguientes imágenes de las cuales puede concluirse que:
1- En la actualidad (marzo 2024), los departamentos de Sucre, Bolívar, Atlántico, La Guajira, César, Valle del Cauca, presentan un indicador de estrés hídrico considerable.
2- Para el año 2050, los mismos departamentos de Sucre, Bolívar, Atlántico, La Guajira, César, Valle del Cauca, aumentan su indicador de estrés hídrico.
3- Para el año 2080, los mismos departamentos Sucre, Bolívar, Atlántico, La Guajira, César, Valle del Cauca, aumentan su indicador de estrés hídrico y se suma el departamento de Cundinamarca a la lista de departamentos con estrés hídrico.
Puedes hacer uso de la herramienta aquí.
Si bien la herramienta es muy acertada, omite que por ejemplo en el departamento de Antioquia, específicamente en el Área Metropolitana, en la actualidad se presentan racionamientos de agua por el bajo nivel de los embalses que surten los acueductos del norte del Área Metropolitana, generando un deficit hídrico, por lo cual, es importante acudir a indicadores regionales y locales para profundizar en el estado de estrés hídrico de la región de interés del lector y más aún es importante tomar conciencia de la importancia de hacer un uso sostenible del recurso, implementando prácticas que permitan el uso de fuentes alternativas, el reuso y la recirculación del agua, como lo mencionamos en nuestro blog: Reuso y recirculación de agua residual en Colombia.
Estrategias y soluciones para enfrentar el estrés hídrico
A pesar del panorama desafiante, existen múltiples acciones que pueden tomarse para prevenir y mitigar el estrés hídrico:
1. Mejora en la eficiencia del uso del agua
- Promover tecnologías de riego tecnificado y uso eficiente del agua en la agricultura.
- Fomentar prácticas industriales responsables que reduzcan el consumo hídrico.
2. Tratamiento y reúso de aguas residuales
- Instalar y modernizar plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR).
- Impulsar políticas de reúso del agua en procesos industriales y riego de áreas verdes.
3. Protección y restauración de fuentes hídricas
- Reforestar cuencas hidrográficas y proteger zonas de recarga de acuíferos.
- Fortalecer los mecanismos de control y sanción ante la contaminación.
4. Gobernanza y participación comunitaria
- Establecer planes de ordenamiento del recurso hídrico con enfoque territorial.
- Involucrar a las comunidades locales en la toma de decisiones.
5. Educación y cultura del agua
- Desarrollar campañas educativas que promuevan el uso racional del agua.
- Incluir la gestión del agua en currículos escolares y en formación técnica.
El papel del sector privado y empresas como Wasser Ingeniería
El sector privado tiene un rol fundamental en la gestión hídrica sostenible. Empresas como Wasser Ingeniería desarrollan soluciones innovadoras para el diseño, construcción y operación de sistemas de tratamiento de agua potable y residual, clave para enfrentar el estrés hídrico en zonas urbanas, industriales y rurales.
Wasser Ingeniería implementa tecnologías adaptadas a las necesidades locales, fomenta el reúso de agua y promueve modelos de economía circular en la gestión del recurso hídrico.
Conclusión
Colombia no es ajena a los efectos del estrés hídrico, y aunque dispone de abundantes recursos hídricos, su mala distribución, la contaminación, el crecimiento desordenado y el cambio climático amenazan su disponibilidad futura.
La implementación de estrategias integrales que incluyan innovación tecnológica, educación, normativas robustas y participación multisectorial es indispensable para asegurar el agua como un derecho y un recurso para el desarrollo.
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